El hombre asistió al estadio Juan Carmelo Zerillo junto a su esposa y su hermana. Sin embargo, se encontró con los portones de la cancha cerrados y en ese momento, cuando se desató la represión policial, recibió un disparo en el rostro a un metro y medio de distancia.
«Cuando estábamos haciendo la cola para entrar, la Policía empezó a reprimir. De un momento para otro, empezaron a tirar gases y me dieron un balazo en el ojo. No entendía lo que pasaba. Fue impactante cómo se infló el ojo en dos segundos», contó en declaraciones a Todo Noticias. A la vez, explicó que su pareja está internada porque recibió nueve balazos de goma en la espalda.
«Voy de chiquito a la cancha, esto no fue porque jugábamos contra Boca. Hemos jugado clásicos mas problemáticos y nunca pasó nada. Para mí estaba planificado por la Policía de la provincia. Quiero que se hagan cargo y esto se haga viral, porque a mí me arruinaron la vida», cerró la víctima, que se dedica a conducir un micro escolar y teme por su fuente de trabajo.
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