A nadie se le ocurriría llamarlo por su nombre completo y apellido, Matthew Damon. Él es siempre Matt, el actor que logró construir una carrera exitosa, en base a un enorme talento, sencillez y más cualidades que hicieron de él un actor respetado. Toda película de acción, policial, drama o ciencia ficción que protagonice se convierte en oro. Sin exagerar, el actor logró convertirse en uno de los más taquilleros de la historia. También supo ganarse el estatus de sex symbol. Aunque con esa faceta no se llevó nada bien. Eso de desnudarse y tener escenas de sexo dijo que lo incomodan.
La revista People llegó a catalogarlo como el hombre vivo más atractivo del mundo y no se ahorró elogios al describirlo como “el chico de oro de la sonrisa torcida que es inteligente, encantador y honesto, con sentido del humor, irresistible, un hombre sólido como una roca y una humildad desgarradora”. En pocas palabras, estamos hablando de un hombre que supo conquistar tanto a la audiencia como a los medios. Prácticamente está limpio de escándalos, aunque los tuvo en su juventud. Antes de formar familia con la argentina Luciana Barroso, fuera del mundo de Hollywood, tuvo algunas novias famosas y estuvo bajo la lupa de las revistas del corazón. No se sabe si está arrepentido pero se juró no volver a salir con una actriz.
En la escuela Cambridge Rindge y Latin School de esa ciudad conoció a su gran amigo: Ben Affleck. Fue en un curso de teatro. Y en el aula de ese campus empezaron a coescribir el primer borrador de El indomable Will Hunting (1997), que él mismo también protagonizaría. Ese guión cambiaría sus vidas y marcaría su amistad a fuego. Por ese trabajo recibieron un Oscar como mejor guión original y les abrió las puertas a futuras nominaciones como actores.
Durante la secundaria, gracias a sus docentes, Matt pudo descubrir su pasión por la interpretación y empezó a hacer sus primeras apariciones como extra. Le faltaba poco y nada para recibirse en Literatura Inglesa en la prestigiosa universidad de Harvard, pero la actuación le ganó a su interés por terminar la carrera. En medio de sus estudios había debutado como actor en la comedia romántica Mystic Pizza y ya estaba decidido. Decidió probar suerte en Los Ángeles, con Ben y Casey Aflleck.
Ambos empezaron desde abajo. No les sobraban los recursos. Damon contó que por su participación en la película Viejos Muchachos (1995), de Tommy Lee Jones cobró 20 mil dólares. Y que ese dinero les sirvió a los dos amigos, que también compartieron cuenta bancaria, para dedicarse de lleno a escribir el famoso guión y no tener que ocupar el tiempo con otros trabajos.
Matt supo elegir sus películas y en dos décadas construyó una carrera a salas llenas y dirigido por los mejores cineastas de la industria, como Gus Van Sant, Scorsese, los Hermanos Coen, Clint Eastwood, Spielberg, Coppola, Minghella, Soderbergh y Redford.
Interpretó al soldado James Francis Ryan, en Rescatando al soldado Ryan, la segunda película más taquillera de ese 1998 con una facturación de 482 millones de dólares. Después llegó otra película recaudadora, El talentoso Mr. Ripley, junto a Jude Law y Gwyneth Paltrow, que más tarde fue superada con creces por Ocean’s Eleven, junto a Pitt y Clooney, con $450.717.150 mil.
Damon se toma muy en serio sus personajes y le pone el cuerpo, tanto en las escenas de acción como a las caracterizaciones que puedan incluir aumentos o pérdidas de peso importantes. Para el filme En honor a la verdad, en 1996, bajó 40 kilos. Y en 2009, para hacer El informante, de Steven Soderbergh, subió más de 30 kilos y los perdió enseguida. El norteamericano también es famoso por no querer dobles para las escenas de riesgo.
Una de las curiosidades que los medios advirtieron es que en muchos de sus personajes hay que rescatarlos de lugares muy lejanos o peligrosos. Los internautas no se quedaron atrás, hicieron todo tipo de memes y cálculos del valor de todas las misiones de rescate para salvar a Matt: unos 900 mil millones de dólares. Su vida corrió peligro y tuvieron que ir por él en Rescatando al Soldado Ryan (su madre ya había perdido tres hijos en la Segunda Guerra Mundial), en Green Zone, cuando es secuestrado por un militar iraquí; en Interestellar, queda varado en un planeta congelado, y en Misión Rescate, donde lo dan por muerto en el planeta Marte, pero sobrevive y queda solo viviendo 400 días con una alimentación a base de papa. Scott Mendelson escribió para la revista Forbes que “la taquilla demuestra que nos encanta ver a Matt Damon ser rescatado”, ya que sus tres películas más exitosas se enfocan en una misión para traerlo de vuelta: Salvando al Soldado Ryan (1998), Interestellar (2014) y Misión Rescate (2015).
Su bajo perfil
Sobre su vida privada dice el actor que si fotografiaran su vida de la mañana a la noche sería sumamente aburrido. “Se rindieron conmigo. Lo que vende es el sexo los escándalos y todo el mundo sabe que estoy casado y que soy padre. No tiene sentido que me esperen fuera de mi casa”.
No siempre su vida fue “aburrida” para las revistas. Antes de conocer y establecerse con Barroso, tuvo un par de relaciones resonantes. En 1997 empezó a salir con Minnie Driver, mientras compartían set en En Busca del Destino. Habían sido nominados al Oscar por sus roles. Estaba todo más que bien hasta que unos meses después fue invitado al popular programa de Oprah Winfrey donde dijo que estaba “soltero”. Así se enteraba Driver, por un programa de televisión, que su relación no era la que imaginaba, en una situación bastante desagradable.
Por si fuera poco, Winona Ryder, irrumpe en el medio de todo esto. Dicen que los había presentado la novia de Ben Affleck en ese momento, Gwyneth Paltrow. Ambas jóvenes estrellas de la época se enamoraron. En 1998 se mostraron de la mano en una de la fiestas de los Oscar. Después, la actriz de Reality Bites lo acompañó a Damon a los Globos de Oro, cuando fue nominado por El talentoso Mr. Ripley. La relación duró dos años. Más tarde se lo asoció sentimentalmente por unas fotos a Penélope Cruz. Tanta exposición llevó al actor a tomar la drástica decisión de no salir nunca más con una famosa, ni exponerse en los medios en sus noviazgos.
En abril de 2003 conoció a la salteña Luciana Barroso, en un bar del South Beach de Miami, mientras grababa la película Pegado a ti, con Eva Mendes. Ella tenía 24 años, trabajaba de camarera y ya era madre de una nena de 4 años. Originalmente el filme se iba a rodar en Hawaii, pero el destino hizo que se trasladara a Miami y ambos se conocieran.
La historia de amor contada por Matt es que en medio de la filmación sus compañeros de equipo lo llevaron a la rastra a un bar, porque él no tenía intenciones de ir. Y cuando vio a la bartender salteña fue amor a primera vista.
Ella contó que empezaron a hablar porque él se escondió detrás de la barra, ya que un grupo de fanáticas lo había rodeado. “Apareció ella, que me miró y me preguntó: ¿Qué hacés acá?”, recordó el actor en una entrevista. El relato parece sacado de una comedia romántica, porque dijo haber trabajado para ella esa noche. “Me hizo ganar un montón de dinero en propinas”.
Damon dijo que lo que sintió ese día por la argentina fue como si lo “fulminara un rayo”. Sintió que era la persona correcta. Y para ella, enseguida fue simplemente Matt. A partir de este encuentro, empezaron a salir y ella, de atender un bar frente a la playa pasó a ser la pareja de una de las estrellas más importantes de Hollywood. Así, sin escalas.
Se comprometieron y se casaron en 2005 en una ceremonia civil en Manhattan, con muy bajo perfil. Las hijas no tardaron en llegar: Isabella (2006), Gia (2008), Stella (2010). Y Alexia, hija de una relación anterior de Luciana, fue adoptada por Matt.
Desde 2012, la familia reside en una mansión del vecindario de Pacific Palisades en la ciudad de Los Ángeles, pero también pasa tiempo en uno de los departamentos más caros de Brooklyn, de un valor de 15 millones de dólares, con vistas a la Estatua de la Libertad.
Ambos se muestran muy felices juntos y se sienten orgullosos por la familia que hicieron. Cuando visitan la Argentina revolucionan a su paso cada lugar al que van. Llevan 17 años de casados y conforman una de las parejas más estables de Hollywood.
Por más que le sobren los millones y sea conocido por su compromiso social y con el planeta (es co-fundador de water.org, que lucha contra el derroche de agua y la falta de recursos), se lamenta por haber descartado películas que fueron un suceso, no solo por lo actoral, también por lo económico. En un entrevista en The Chris Evans Breakfast Show dijo que no quería saber cuánto había perdido por haber dicho que no protagonizar Avatar en 2009. Pero el presentador le hizo el cálculo. Cameron le había ofrecido el 10 % y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos, lo que significó 300 millones de dólares menos para su bolsillo. Con sentido del humor dijo que por eso pasará a la historia. “Nunca conocerán a un actor que haya rechazado más dinero”.
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