Agustina Ferrer se había despertado hacía un rato de la siesta. Tenía el celular en sus manos mientras esperaba que el agua terminara de calentarse para tomar unos mates. Antes de sacar la pava del fuego sintió la vibración en su teléfono. Un número desconocido la llamaba.
“Me llamó un chico diciéndome que había una compra de un aire acondicionado que se había efectuado desde mi cuenta. Que descubrieron que no había sido yo y sí un tal Tomás, que ya tenía antecedentes y que querían brindarme sus datos para poder denunciarlo”, relató Agustina a TN.
Le detallaron también que su correo electrónico había sido hackeado y que este tal Tomás había desactivado las alertas para que ella no se diera cuenta. “No di ningún dato hasta ahí. Ni ahí ni después, nunca les dije nada”, contó la joven.
Agustina pensó, mientras escuchaba con atención, en que Mercado Libre estaba realizando una muy buena acción al alertarla sobre lo sucedido. “Me enviaron un link por WhatsApp para cancelar la compra. Tenía un botón que decía justamente ‘cancelar compra’”, sostuvo.
Ese link la llevó a Mercado Pago: del otro lado del teléfono buscaban que todo permaneciera correctamente. “Tenía 100 pesos en la cuenta, así que me llevaron a la parte de las tarjetas. Me hicieron frenar en una que decía ‘Mercado Crédito’ y cancelar la compra desde ahí”, indicó Agustina.
Correos electrónicos hackeados y una nueva estafa que no prosperó
La misma persona le consultó con qué banco operaba. La influencer de moda y estética, con más de 16 mil seguidores en Instagram, prefirió resguardar esa información y respondió que no tenía ninguna cuenta bancaria.
“Pero este chico empezó a leer mis mails, a decirme que un determinado dinero que me paga una marca no me iba a ingresar. Entonces entré a desesperarme porque me di cuenta de que eran ellos los estafadores”, precisó.
Para cuando advirtió la realidad de los hechos ya habían transcurrido 10 minutos desde el inicio de la comunicación. Agustina buscó ganar tiempo para retomar el poder en sus cuentas y no dejar que todos sus datos personales y laborales quedaran en manos ajenas.
“Usé la tablet y noté que efectivamente no podía entrar a mi correo electrónico, que estaba bloqueado. Cuando logré ingresar tenía 254 avisos de intentos de cambio de contraseña”, reveló.
Agustina había sido estafada con un crédito de $20 mil, a abonar sin intereses entre el 1 y 10 de octubre. Pasada esa fecha, cada día sumaba un porcentaje de deuda.
Si todo hubiese sido un error no habría ningún problema: ella ingresaría a su cuenta de Mercado Pago y abonaría el crédito con los mismos $20 mil depositados. Sin embargo, claramente ese dinero no estaba.
“Me mandaron un segundo enlace de $60 mil. Ahí corté. Mientras hablaba con ellos llamé a mi novio y me sugirió hacer la denuncia en Mercado Libre”, narró la estudiante de Kinesiología.
A la espera de que Mercado Libre le responda su reclamo, Agustina se presentó ante el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe para radicar una denuncia penal contra un número telefónico que tiene característica de Buenos Aires.
“También voy a ir a la Defensoría del Consumidor para que me ayuden a impulsar el reclamo con Mercado Libre. Me asesoré con un abogado y un especialista cibernético y me aconsejaron que no pagara el crédito. Que esperara a tener una resolución del caso”, manifestó.
Su preocupación se centra en que dicho proceso podría demandar varios meses de investigación y en el medio ella vea cómo corren los intereses de un crédito que nunca pidió.
“La gente me dice ‘son $20 mil, en Argentina no es nada’. Sí, puede ser que hoy no represente mucho dinero, pero yo estoy terminando de estudiar y tengo que pagar mi tesis. Trabajo desde los 16 años, ese monto significa mucho para mí”, remarcó.
“Recibí comentarios muy negativos. Mucha gente que me criticaba por vivir de las redes sociales y no darme cuenta de que era una estafa. Ellos tienen un speech tan bien armado que te lo creés. Y contaban todos mis datos. Me quedo con que a otras personas las pude ayudar a que no caigan, porque compartí mi historia justamente para eso”, completó Agustina.
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