
Y señaló que hoy la Argentina «tiene una oportunidad histórica y única» en materia de producción de gas ya que el país «tiene el insumo central que ha sido declarado por la Unión Europea como energía de transición hacia las energías renovables».
«Tenemos una gran oportunidad como país; podemos convertirnos en proveedores de gas en todo el mundo», señaló.
Acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y por el ministro de Economía, Sergio Massa, Fernández destacó que la construcción del gasoducto Néstor Kirchner «se está pagando con los recursos que dieron las grandes fortunas de la Argentina a partir de la ley de aporte solidario«.
«A esas grandes fortunas debemos darle las gracias también. No podríamos haberlo hecho sin la ley que impulsó Máximo (Kirchner) y que se sancionó cuando Sergio (Massa) presidia la Cámara de Diputados», dijo Fernández.
Y recordó los tiempos en los que las tarifas energéticas, merced del impulso del gobierno de Mauricio Macri, estaban dolarizadas.
«No queremos que las tarifas en la Argentina estén dolarizadas. Nunca más las tarifas dolarizadas. Tenemos nuestro gas que podemos distribuir y que los argentinos nos paguen en pesos, a precios razonables», sostuvo.
En tanto el presidente de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez, aseguró que el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner es el primero de «muchos que se construirán», y consideró al emprendimiento como «el proyecto de transformación más grande de la Argentina para los próximos 25 años».
«Este es el primer gasoducto de muchos que se construirán, porque cuando Vaca Muerta nos muestre todo su potencial, este gasoducto va a quedar chico», pronosticó Gerez .
En ese sentido, pidió a los presentes «tomar dimensión de la transformación que este proyecto implica para nuestro país», ya que no sólo implica dejar de importar energía sino también «sustituir trabajo, porque cuando importamos gas estamos importando trabajo«.
Gerez puntualizó que la decisión de construir el gasoducto «es parte de una política de Estado que se inició en 2012 con la recuperación estratégica de YPF«.
También hizo mención a la actual «coyuntura internacional», signada por la guerra en Ucrania, «con precios que ninguna economía del mundo soporta».
«No hay país posible sin energía abundante y a precios competitivos», remarcó en su discurso, para luego participar de las firmas de los contratos con la Unión Transitoria de Empresas Techint-Sacde y las empresas BTU y Esuco.
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