Según la Sociedad de Medicina de Familiar y Comunitaria, seis de cada diez adultos mayores afirman que mantienen relaciones sexuales de manera regular. La expectativa de vida se fue alargando en las últimas décadas y cada vez son más quienes pertenecen a la franja etaria que va de 65 a 80 o 85 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por primera vez en la historia, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años y para el 2050 esta población llegará a los 2.000 millones, 900 millones más con respecto al 2015.
Pese a ser un tema que afecta gran parte de la población, existen muchos prejuicios a la hora de hablar de las relaciones sexuales en la vejez. Abundan mitos como el de que en esa etapa de la vida el deseo sexual se marchitó, que la menopausia es el fin o que la actividad sexual puede ser perjudicial para la salud de los adultos mayores.
La tercera edad supone un periodo de adaptación a los cambios biológicos y las condiciones de vida pero no todo termina al llegar a los 65 años y la necesidad tener intimidad o de seguir practicando el sexo no tienen por qué decaer. La sexualidad en la vejez existe y el goce también, aunque quizás de una manera diferente a la que se representa en las películas románticas protagonizadas por jóvenes menores a 40 años.
“No sé si es el mejor sexo que tuve en toda mi vida pero si se que es el que más disfruto. Se lo que me gusta y mi compañero también. Conocernos desde hace tanto tiempo y sobre todo empezar a charlar sobre nuestros deseos nos hizo mejores en la cama”, explica Elsa.
En la misma línea, Susana añade: “Hoy existen muchísimas técnicas médicas que colaboran a que tengamos mejor sexo. El tema es que el sexo sigue siendo un tabú, sobre todo para las mujeres grandes. No se habla del tema y hay muchas que por pudor o ignorancia desconocen que existen tratamientos médicos que pueden beneficiarlas”.
Técnicas para mejorar la sexualidad en la vejez
Los cambios físicos que se sufren al envejecer influyen también en la sexualidad, pero si una persona tiene buena salud puede seguir disfrutando de ésta durante toda su vida.
Con los años, las mujeres pueden sufrir problemas como atrofia, la sequedad vaginal y la falta de tonicidad. Todos ellos suelen producir dolor y disminución de sensaciones no solo durante el acto sexual, sino también en su vida cotidiana.
Pero es importante resaltar que existen distintas técnicas médicas no invasivas para solucionar los problemas que se presentan en las mujeres mayores. El avance de la ciencia y la tecnología hacen posible que las personas con vulvas puedan gozar y disfrutar de su sexualidad, sin importar el paso del tiempo.
La menopausia genera en el organismo de la mujer una serie de cambios hormonales debido al descenso en la producción de estrógenos. Esto puede provocar falta de deseo sexual, una menor lubricación vaginal, dolor durante las relaciones y menor intensidad en la excitación y el orgasmo.
Seis de cada diez mujeres sufren de sequedad vaginal. Y este problema puede acentuarse en la menopausia. “La menopausia es una transición importante en la vida de las mujeres. No es el final de la vida, sino el comienzo de una etapa que ocupa casi la tercera parte de la vida femenina”, aseguró a minutouno.com la Doctora. Paula Vázquez, ginecóloga e integrante de Sens Medical, institución donde realiza tratamientos láser para candiasis recurrente, atrofia y laxitud vaginal e incontinencia urinaria.
Existen varios tratamientos para ayudar a que las mujeres puedan gozar y disfrutar de la sexualidad a cualquier edad. Una de las que se implementa en Sens Medical es el «láser Fotona». Se trata de una técnica indolora, no invasiva que demora solo unos quince minutos y no requiere inactividad ni insumo de medicamentos.
“Un tratamiento láser ayuda a devolver el trofismo natural de la vagina producido por la atrofia vaginal. Se estimula la renovación del colágeno, beneficiando la estructura vaginal a través del aumento del espesor de la mucosa y mejorando la lubricación”, detalló la médica.
Otro problema que puede padecer la mujer es la laxitud vaginal, generada después de los partos naturales o, incluso, con el paso del tiempo. Vázquez explicó que la sensación de “vagina amplia” puede mejorar rápidamente si se trata. Se logra “gracias a la estimulación de la generación de colágeno natural y el aumento de la lubricación de la mucosa provocada por el tratamiento de calor y vibración del láser de uso especializado en ginecología”, reveló.
Sens Medical cuenta con una gran cantidad de tratamientos destinados a las mujeres que quieren mejorar su vida sexual o cotidiana. Gran cantidad de sus pacientes son mayores de 65 y según contó la Doctora «en pocas sesiones las mujeres empiezan a sentir la diferencia y sus vidas empiezan a cambiar».
Susana remarcó que luego de parir “el sexo es diferente. Tu cuerpo cambia. Tu vagina cambia pero se puede recuperar y disfrutar plenamente del sexo hasta el día de la muerte. Nosotras siempre decimos que cuanto más edad más conocemos lo que nos da placer -ríe-. Todas las viejas somos capaces de eso, porque no hay edad para gozar”.
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