Un policía de la subcomisaría de Lonquimay sufrió lesiones cortopunzantes, que no revisten gravedad, al ser atacado con un cuchillo por un muchacho que tuvo «un brote violento». El incidente se dio en la casa del agresor, «un paciente psiquiátrico», donde habían sido convocados los uniformados y personal del hospital.
Fuentes oficiales indicaron a este diario que el hecho se registró el lunes, alrededor de las 23.30 horas. Una mujer pidió la presencia policial y de salud pública en su domicilio, ubicado a una cuadra y media de la subcomisaría. La solicitud de la vecina fue porque su hijo, de 30 años, que es paciente psiquiátrico, se había puesto violento.
«La mujer pidió la colaboración porque no podía contener al muchacho, que mide poco más de 1,70 metros y pesa alrededor de 100 kilos. A la tarde le había dado la medicación, pero no le habría hecho efecto y comenzó a violentarse», señaló un vocero policial. Al lugar arribaron dos cabos policiales, un hombre y una mujer, y una médica del hospital, que lo suministró la medicación (un inyectable).
«Pocos minutos después, el joven tuvo un brote violento, agarró un cuchillo serrucho tipo tramontina, atacó y apuñaló al cabo primero Redel. Le provocó una herida en la axila izquierda -un corte profundo-, que no alcanzó a afectar ningún órgano vital», indicó la fuente. En ese primer ataque, la hoja del cuchillo se rompió y con lo que quedaba le provocó otras heridas «superficiales» en la mejilla izquierda, en el cuerpo y en el hombro derecho.
Internado.
Finalmente los uniformados lograron reducir al joven exaltado, para evitar que siga atacando al resto de la gente que estaba en la vivienda. Enseguida fue trasladado al hospital local, donde se lo evaluó y lo derivaron con custodia policial hacia el área de Salud Mental del Hospital Lucio Molas de Santa Rosa, donde hasta anoche se encontraba internado.
En la subcomisaría se inició una causa judicial por «lesiones» y se le dio intervención a la fiscalía de delitos contra las personas de la capital provincial. El arma blanca quedó secuestrada.
Los voceros indicaron que en los últimos años ya hubo llamados telefónicos de familiares a la dependencia policial para que el personal uniformado intervenga por los brotes violentos del joven, que se van «agravando con el paso del tiempo».
Lesiones.
Por su parte, el uniformado fue atendido en el centro sanitario local, y recibió puntos de sutura por la herida en la axila, mientras que las otras heridas no revestían gravedad.
En tanto, la mujer policía en un intento de frenar al muchacho, ante los ataques a su compañero, sufrió una excoriación en un antebrazo.
Fuente: Diario La Arena
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