La noticia de la invasión de cascarudos en Santa Isabel recorrió el mundo como algo inédito. Sin embargo, esta situación no es nueva en el oeste pampeano. El verano pasado, las comunidades afectadas fueron las de Victorica, Telén y Carro Quemado. Para contrarrestar el «ataque» también usaron un apagón, y en la última, los combatieron mediante «trampas» que consistían en tambores con fuego. También hubo de este tipo de apariciones grupales años atrás en otras localidades de nuestra provincia.
Un reconocido especialista del Conicet, el entomólogo Osvaldo Rubén Di Iorio, reveló que son insectos cuyo ciclo comienza con huevos de los que nacen larvas, viven dos años bajo tierra comiendo raíces, luego mutan al estadio pupa, y que la eclosión ocurre tras una copiosa lluvia.
Medidas municipales.
Las molestias y daños de los coleópteros comenzaron hace algunos días, pero la eclosión mayor fue el viernes, luego de una copiosa lluvia. La impresionante multiplicación puso en alerta a la comuna, cuyo Ejecutivo está provisoriamente en manos del viceintendente, y presidente del Concejo Deliberante, Cristian Echegaray. El mandatario abordó la situación mediante una reunión que mantuvo este lunes con jefes de Policía y Bomberos Voluntarios, y también con ediles y funcionarios locales de la Administración Provincial de Energía.
Las medidas fueron informadas mediante un comunicado en el que pidieron disculpas por las molestias, pero que son en la búsqueda del bien común. «Se hará la reducción de toda la iluminación de dependencias municipales en horarios nocturnos», al tiempo que pidieron a la población que participen del apagón «para que la medida sea efectiva».
En el mismo sentido convinieron con las instituciones generar un corte en el alumbrado público. Y para potenciar esta acción pidieron a vecinas y vecinos «la colaboración de todos ustedes para poder garantizar la seguridad de todas y todos».
Ayer, luego de tener buenos resultados decidieron seguir con los apagones como estrategia. «A partir de la evaluación del corte del servicio de alumbrado público realizado el lunes, hemos resuelto continuar con la medida».
Así son los «torito».
Estas invasiones de cascarudos no son nuevas, ocurre en muchos lados de nuestra región como es la pampa húmeda. Justamente, el año pasado, a raíz de un incidente similar a éste, pero en la región bonaerense, el diario Página 12 consultó a un especialista en la materia: el doctor Osvaldo Rubén Di Iorio. Se trata de un científico que está a cargo de la cátedra de Entomología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y es investigador del Conicet, quien dio detalles del comportamiento de estos cascarudos, y alertó que «cada vez son menos».
«Todos los cascarudos son coleópteros, hay 200 familias distintas en todo el mundo, y 350 mil especies. A los que se refiere -la invasión- es a los que se conoce vulgarmente como bicho torito o bicho candado (Dilobobderus abderus)», dijo. Pero Di Iorio aclaró que los insectos que llegan volando son las hembras, y que la pinza o tenaza solamente los machos, que no vuelan.
Los «bichos torito» son absolutamente inofensivos para el hombre, es decir, son insectos que no lo atacarán en forma directa. Aunque sí lo hacen de modo indirecto, porque sus ansiosas larvas (isocas blancas con cabeza roja) devoran raíces de pastos y otras plantas. Así transitan su vida por dos años para considerarse desarrolladas.
Estos insectos tienen una vida subterránea, a lo largo de sus dos años de vida en presunta latencia hasta que salen a la superficie. Los pasos, cuidadosamente descriptos por Di Iorio a Página/12, son los siguientes: primero, de los huevos nacen las temibles larvas, también conocidas como isocas, «que se usan mucho para la pesca como carnada», completa la descripción el especialista. Las isocas, ya se dijo, durante dos años arrasan con lo que venga bajo tierra. Mudan repetidas veces de piel y se la pasan comiendo raíces, «y tierra», agrega el especialista. Después mutan al estadio pupa o crisálida, cual mariposa en potencia, pero de la que surge un bicho bastante más feo que aquel volátil y colorido insecto
El científico reveló que la aparición en superficie de éstos insectos está relacionado «con una reacción típica después de la lluvia que habitualmente ocurre en enero y que lleva a estos insectos en latencia a abandonar la pupa o crisálida, y salir a la superficie como adultos» para cumplir con su ciclo reproductivo.
Finalmente, Di Iorio dio un dato sorprendente. «El escarabajo adulto, con la forma en que ya lo conocemos, apenas vive tres o cuatro días. Durante esos cuatro días de existencia adulta no comen, sólo buscan al sexo opuesto. Salen solamente para buscar al sexo opuesto y copular para finalmente implantar los huevos», concluyó.
Fuente: Diario La Arena
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