Se supo que algunos días atrás estuvo presente en el campo el Fiscal Juan Bautista Méndez de la sede judicial de General Acha y personal de la Oficina de Atención a la Víctima (OAVyT).
Este medio logró saber, a través de profesionales allegados a la causa, que la mujer (Irma Rick) mantuvo el relato tal cual ya lo manifestara en varias ocasiones, incluso en móviles de televisión.
Acorde a la versión extraoficial, del encuentro de los profesionales con la mujer, no surgió ninguna cuestión de violencia que haya padecido y que por eso se hubiese ido o fugado. «Siempre mantiene el relato ese de no recordar que es lo que sucedió, en eso no se ha avanzado mucho más, ella manifestó que no tiene recuerdo de lo que sucedió».
Por otro lado, también se pudo saber que todavía no se ha producido la apertura de los celulares, cosa que podría arrojar alguna pista más concreta o al menos, a una idea de donde se activó entre las 18 y las 19 de ese martes 16 de noviembre.
Misterio.
Como ya lo expresara a este diario anteriormente, todo indica que no hubo una tercera persona involucrada en la desaparición de la mujer. Quien en su momento expresó: «Me encontraba en la cocina cuando el teléfono empezó a hacer rayas, se cortó la luz, ahí empecé a sentir ese viento, salí con el teléfono en la mano, caminé unos diez metros, hasta donde estaba el perrito atado y ahí no sé qué pasó. Es como que un viento me chupó».
Tras contar que vio una luz fuerte que la enceguecía, que para ella estaba acostada, que no notó la presencia de una sombra o algo parecido. Dijo que «cuando me desperté sentí como que algo me pasaba en la cabeza, me dijeron que era una peladura muy rara, en la tomografía no salió nada. Pienso que algo me metieron en la cabeza, tal vez no se sepa nunca, puede que sea por todo lo que me pasó, pero pasa que cuando ando caminando, es como que llevo algo pegado. Los primeros días me parecía que iba alguien atrás mío».
Sentada.
Cuando se despertó, estaba sentada, se levantó, empezó a dar vueltas y descubrió entre sus ropas el teléfono prendido y con toda la carga, eran las 5.10 de la mañana. A las 7 de la mañana del miércoles, comenzó a mandar mensajes a los hijos, empezó a caminar, hasta que fue encontrada por un patrullero de Colonia Santa Teresa que recorría el lugar.
Fuente: La Arena
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