Después de negarse a declarar a principios de semana, en las últimas horas se conoció la versión que habría dado el joven de 32 años ante la jueza en lo Penal, Contravencional y de Faltas, Patrica Larocca. Según trascendió, el acusado también aseguró que se enteró de que Marcela Bimonte había muerto cuando fue detenido por la Policía.
Luego de la audiencia, Olaya González salió esposado y con la cabeza gacha de la Unidad Flagrancia Norte del barrio porteño de Núñez. Tras la indagatoria, la jueza reencuadró el delito como homicidio culposo, la figura más leve. La fiscal había pedido homicidio simple por dolo eventual, que es más grave y tiene una pena mucho más alta: podría afrontar una pena de hasta 25 años de cárcel.
Para el cambio de carátula, la jueza tuvo en cuenta tres agravantes: el conductor iba a 70 kilómetros por hora por la avenida Figueroa Alcorta cuando, después de cruzar Dorrego, perdió el control del Ford Focus y se subió a la bicisenda; el examen toxicológico dio positivo en drogas y, tras la tragedia, Olaya González hizo abandono de persona.
La jueza Larocca hizo lugar al pedido de la fiscal y del abogado Gabriel Becker, que representa a la familia de la víctima, y ordenó la prisión preventiva del joven. La causa ahora pasará al fuero en lo criminal y correccional porteño porque la magistrada, según pudo saber C5N, se declaró incompetente.
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