El Senasa emitió un alerta por nuevos casos de carbunclo en la zona rural de Santa Rosa, por lo que la Mesa Provincial de Zoonosis reiteró las medidas preventivas. De esta manera, se suman a los detectados anteriormente en las localidades de Bernasconi y Guatraché.
Desde el organismo hicieron hincapié en que la detección temprana y la notificación inmediata de casos de Carbunclo son fundamentales para la implementación de medidas de prevención, control y vigilancia por parte de los organismos competentes. En esa línea, recordaron que «el carbunclo bacteriano, carbunco, pústula maligna o ántrax es una enfermedad de curso agudo, altamente contagiosa, que afecta preferentemente a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales incluso al ser humano, por lo que se considera una zoonosis grave. Su sospecha tanto en casos humanos como de animales es de notificación obligatoria».
«El agente responsable es la bacteria Bacillus anthracis, que cuando entra en contacto con el oxígeno, forma una espora que es una forma resistente a las condiciones climáticas severas y que le permite sobrevivir en el ambiente. Estas esporas pueden permanecer viables en la naturaleza durante largos períodos de tiempo en alimentos secos, subproductos animales como lanas y cueros, objetos contaminados y en el suelo. Cuando son ingeridas por un animal susceptible, como por ejemplo los bovinos y otros herbívoros, esta espora pasa nuevamente a la forma vegetativa, comenzando a generar las toxinas que son las responsables de la muerte de los animales», añadieron.
La enfermedad se caracteriza en los bovinos por presentar muerte súbita, con arrojamientos sanguinolentos por los orificios naturales (boca, nariz y ano), en los cuales se encuentra presente el agente etiológico. «El diagnóstico en personas es clínico-epidemiológico, el tratamiento es con antibióticos y también se indica profilaxis en caso de personas que hayan estado expuestas a los cadáveres animales», informaron.
Al existir una vacuna solo para los animales, se le solicitó a los productores «como principal acción preventiva vacunar a los bovinos anualmente y en forma sistémica, a partir de los seis meses de edad, preferiblemente en primavera. En campos con antecedentes de la presencia de la enfermedad se recomendó dos aplicaciones al año, con un intervalo de seis meses entre ambas, a fines de potenciar las respuestas inmunitarias».
En personas.
Desde el organismo explicaron que los síntomas se presentan de diversas maneras en las personas, según su vía de ingreso. La forma más común es el carbunco cutáneo o «grano malo», que se registra cuando la bacteria ingresa a través de la piel, donde produce una lesión con aspecto de grano o lastimadura que se transforma en una lesión ulcerativa rodeada de vesículas y progresa a una escara negra. Si bien no produce dolor, «si no se efectúa el tratamiento específico con antibióticos puede ocurrir la muerte del individuo por septicemia».
Por otro lado, el carbunco digestivo o intestinal se adquiere a través del consumo de carne de animales enfermos. «Ocasiona malestar abdominal, fiebre, septicemia y muerte. La tasa de mortalidad es variable», agregaron.
Fuente: Diario La Arena
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