Primero se mantuvo prófugo más de una semana cuando la policía lo buscaba por el brutal ataque con un palo a su sobrino en el barrio Matadero. Ahora quiere desvincular a su familia de ese hecho. El exboxeador Héctor Mario «Sapo» Valquinta le dijo al juez que instruye la causa que fue él quien atacó a Rodrigo Valquinta y no su esposa, ni su hijo.
Lo dijo durante una audiencia de «reexamen de prisión preventiva» realizada la semana pasada en la Ciudad Judicial. El joven, de 21 años, aún permanece internado en el Hospital «Dr. Lucio Molas» y su estado de salud es «grave».
Acto seguido a la autoincriminación del expúgil, los defensores solicitaron la libertad de Gonzálo Valquinta y Jéssica Rosignolo pero el magistrado les rechazó la petición.
En la Justicia quieren esperar la apertura de las cámaras de seguridad para determinar la responsabilidad de cada uno de los involucrados. Por ahora, ambos seguirán detenidos al menos hasta el 18 de febrero.
Sigue preso
Héctor Mario «Sapo» Valquinta ya fue formalizado por el delito de intento de homicidio de su sobrino y quedó preso hasta la fecha del juicio. La misma acusación pesa sobre su mujer y su hijo.
Valquinta fue capturado por la Brigada de Investigaciones y personal de la Seccional Primera en un allanamiento que se realizó el gimnasio que tiene sobre la calle Congreso, luego de que estuviera más de una semana prófugo.
El expúgil santarroseño está sospechado de haber sido uno de los autores de la agresión a un sobrino Rodrigo, que se encuentra hospitalizado en «estado muy delicado», en el Hospital Lucio Molas.
El chico de 21 años que habría sido atacado por Valquinta, su pareja y su hijo. Si bien una primera versión indicó que había sido apuñalado, finalmente se comprobó que sufrió fuertes golpes con un caño o un palo.
La fiscala Cecilia Martini ya imputó a Jésica Rosignolo, esposa del exboxeador, y a Gonzalo, su hijo con otra mujer, por intento de homicidio. Valquinta se mantenía prófugo de la policía, a pesar de que en la previa de Año Nuevo, había aseguró que pensaba entregarse.
El enfrentamiento entre familiares ocurrió en Plumerillo, entre Circunvalación y Sequeira, en el Barrio Matadero.
Fuente: El Diario
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