La fiscala Cecilia Martini imputó el miércoles, durante una audiencia de formalización, a Jésica Rosignolo, esposa del Héctor Mario “Sapo” Valquinta, y a Gonzalo, hijo del exboxeador, por intento de homicidio. El juez de control les dictó la prisión preventiva por seis meses. El expúgil se mantiene prófugo de la policía, que lo busca afanosamente, aunque este jueves, poco antes del mediodía, aseguró que se va a entregar.
La justicia investiga una agresión a Rodrigo Valquinta, el joven de 20 años que permanece internado en el Molas. Si bien una primera versión indicó que había sido apuñalado, finalmente se comprobó que sufrió fuertes golpes con un caño o un palo.
Los dos detenidos y el exboxeador son los sospechosos por el ataque. El enfrentamiento entre familiares ocurrió en Plumerillo, entre Circunvalación y Sequeira, en el Barrio Matadero. El herido fue trasladado al hospital en un patrullero policial que llegó hasta el lugar, alertado del tumulto.
Rodrigo fue internado inconsciente en coma 2 en el hospital Lucio Molas y recién en la tarde de este miércoles recuperó el conocimiento, pero sigue en estado crítico.
Héctor Mario Valquinta tiene pedido de captura, pero permanece prófugo de la justicia pampeana. Hubo tres allanamientos sin éxito el miércoles. Está condenado por una agresión a dirigentes del club del barrio, un episodio que ocurrió a en 2020, y permanecía en libertad condicional hasta ahora.
Este jueves, poco antes del mediodía, difundió que piensa entregarse a través de la cuenta de Facebook de su gimnasio. Y dio su versión: dijo que el herido les había robado una bicicleta, la recuperaron y que luego él vino a agredirlos a su casa.
«Solo nos defendimos. ¿Qué quieren, que nos mate? Rodrigo tiene en vilo a todo el barrio, pero hasta que no me pegó a mí no me di cuenta lo jodido que es. Yo me siento culpable porque fui su formador. Pero como siempre digo, esto son los efectos de las drogas”, manifestó el prófugo.
Valquinta sostuvo que a su hijo y su mujer los detuvieron cuando fueron a hacer una denuncia. «En el barrio pasan cosas peores y nadie va preso. Anoche más de cien policías me buscaban en el Matadero. Me voy a entregar porque siempre me he puesto a derecho, y sabiendo que me esperan cosas fuera de la ley, siempre soy culpable hasta que demuestre mi inocencia”, expresó.
“Jueces, fiscales, no le pregunten a la policía sobre mí. Yo corté cinco veces la ruta para terminar con los abusos policiales . Nunca van hablar bien de mí, solo una vez pónganse a derecho. Hace siete años que vengo sufriendo los abusos de la policía y la justicia», protesteó el sospechoso.
“Ya no sé cómo defenderme, están todos contra mí. Hasta mis defensores me patean en contra. Solo nos defendimos y hoy para quebrarme meten preso a mi hijo, víctima de todo esto y a mi esposa, por una pelea familiar como muchos vecinos tienen. Y nos acusan de intento de homicidio. Nunca me van a dejar de cazar los policías, dejen de cazarme», remató.
Fuente: El Diario
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