En el Centro Judicial de Santa Rosa se llevó a cabo un audiencia de alegatos en la causa que se le sigue a José Antonio Selman y Christian José Selman, padre e hijo, respectivamente, por el delito de estafa en dos hechos en concurso real. La sentencia será leída el martes 5 de abril, a las 12.30.
Tanto la fiscalía como la querella -la dos partes resaltaron la carencia de antecedentes penales de los acusados-, pidieron una pena de tres de años de prisión efectiva para ambos. En tanto, la defensa solicitó la absolución de los Selman. Y en caso de haber una condena, que sea solo a Christian Selman y por tres años de prisión condicional.
El hecho investigado ocurrió entre abril y junio de 2012. El denunciante, Sergio Darío Avancini, les habría comprado a los Selman, el campo “La Verbena” -ubicado en la zona rural de Toay- y también hacienda por un monto superior a los 400.000 pesos.
Según, la imputación de la fiscalía y la querella, al momento en que Avancini quiso abonar la segunda cuota del monto acordado, los Selman dijeron desconocer la operación.
La audiencia, que duró casi cuatro horas, estuvo presidida por el juez Carlos Alberto Mattei. También asistieron el fiscal Máximo Paulucci, la fiscal adjunta María Cecilia Molinari, el abogado querellante Federico López Lavoine, el denunciante, los imputados, y los abogados defensores José María Aguerrido y Raúl Javier Salvadori.
Pedido de pena.
Quien inició la etapa de alegatos fue el fiscal Máximo Paulucci, quien pidió una condena de tres años de efectivo cumplimiento para padre e hijo. En su argumentación, el representante del Ministerio Publico Fiscal dijo que “hay pruebas fehacientes que determinan que los hechos ocurrieron tales como fueron narrados”.
“Selman era quien tenía interés que el pago de la segunda cuota no se hiciera. Es raro que quien tenga que cobrar una suma de 870 mil dólares no se presentara en la escribanía ni siquiera atendiera el teléfono”, indicó Paulucci.
A su vez, manifestó que el día del allanamiento a las oficinas de los Selman (el 17 de agosto de 2012), “Christian habló con uno de sus amigos y empleados y le dijo que tomara la máquina para contar dinero y se la llevara porque sabía que iba a perjudicarlo”. Y agregó: “Cinco días después del allanamiento formateó su computadora personal”.
Por su parte, el letrado querellante dijo que “El hecho se inició con la elección del sujeto con que se realizó el boleto de compra-venta”. “Los imputados hablaron antes con un señor de apellido Souto, que les iba a comprar el campo. Iba a pagar más de la mitad del valor y el resto del monto una vez que estuviera la firma de la escritura. No lo hicieron porque su objetivo no era realizar el contrato, sino otro”, señaló López Lavoine.
En tanto, detalló minuciosa y cronológicamente todos los pasos desde el día de la firma del boleto de compra-venta, el 26 de abril, hasta el día en que Avancini amplió su denuncia penal, el 18 de julio.
Absolución.
Por último, la defensa -con la fundamentación más convincente para quien suscribe- manifestó que “todos los testigos son parte interesada en que se llegue a un resultado, los familiares y amigos de Avancini, y García, quien le prestó el dinero para poder pagar la segunda cuota”.
A su vez, aclaró: “Si Avancini pagó en las condiciones en que las hizo habla de una actitud irresponsable e imprudente de su parte. No existe el delito de estafa porque no aparecen el ardid ni el engaño. La confianza entre Avancini y los Selman se la autogestionó él”.
Por otro lado, reiteró la inocencia de José Selman porque “solo participó en dos ocasiones, la venta del campo y la hacienda. Todo lo demás fue hecho por Christian Selman porque era el dueño del campo”.
“Se acreditó la existencia de los dólares pero no que hayan sido utilizados para pagar la segunda cuota. Además, el contrato quedó incumplido cuando Avancini no pagó ni la tercera ni la cuarta cuota”, añadió.
“Al momento de abonar la cuota, Arancini contaba con 357 mil dólares y le faltaba más de la mitad para cancelarla. Con todo esto, buscó ganar algo de tiempo y lo consiguió, hasta con la connivencia culposa de la Justicia. Ni los Selman ni los Arancini son tan buenos”, concluyó.
Fuente: La Arena.
Deja tu comentario!