A los 69 años la muerte lo sorprendió a Hugo Alberto Villada mientras se encontraba en Bahía Blanca, disputando un torneo de pelota a paleta.
Hugo era una persona sumamente conocida en la ciudad, por haber realizado múltiples actividades, algunas relacionadas con el ámbito de la comunicación; y también por haber tenido toda una vida vinculada al deporte.
Nacido en General Pico, llegó allá por 1963 a Santa Rosa junto a su hermano mayor, Juan Francisco (“Titi”), para jugar al fútbol. En tanto aquél se destacaba como defensor, Hugo era un escurridizo y hábil delantero que se movía sobre todo por la derecha del ataque. Habían comenzado a destacarse en Cultural Argentino de General Pico, y el querido Julio Heredia -fallecido hace algunos años-, los hizo venir para radicarse y jugar en su equipo, Independiente de Santa Rosa.
Después de un par de temporadas, la capacidad futbolera de los hermanos Villada los llevó a Atlético Santa Rosa. Ambos pasarían luego a Pampero de Ataliva Roca, aunque Hugo iba a dejar bastante joven el fútbol.
Trabajador de Canal 3.
En tanto Hugo Villada ya había comenzado a trabajar en el primer plantel de personal que tuvo LU89, TV Canal 3. Ingresó como sonidista poco antes que la emisora estatal saliera al aire, allá por 1972. “Y yo entré por concurso”, se ufanaba Hugo con un sano orgullo por el logro conseguido.
Después de algún tiempo, y ya muy afirmado en su tarea aprendió el oficio de operador, y en esa condición se desempeñó en Radio Nacional Santa Rosa -donde precisamente en esa época el director era Julio Heredia-, y en LU33 Emisora Pampeana, donde también supo poner en el aire un programa de su propia producción, vinculado a música del recuerdo.
Más tarde ingresaría en la Policía Federal, institución de la que se retiraría aún muy joven.
Otros deportes.
De carácter alegre, siempre dispuesto a una broma sana, era un tipo inquieto. En un tiempo también probó con el básquet -aunque tanto a él, como a “Titi”, que también jugó-, la altura no lo ayudaba; y el paddle, en su momento dorado de los ’90, lo tuvo como uno de los más destacados de la disciplina. Cuando por recomendación médica debió cuidar sus rodillas, decidió que la pelota a paleta sería el deporte que lo habría de contener en el futuro.
Fue en un torneo disputado en Bahía Blanca, después de festejar un buen logrado tanto, levantando apenas el pulgar de su mano derecha para responderle a su compañero, que se derrumbó. La paleta pegó en el piso y a su lado cayó Hugo.
Aunque naturalmente su deceso provocó conmoción en sus familiares, todos entienden que -más allá del dolor- queda el consuelo de saber que la muerte lo encontró haciendo una de las cosas que más le gustaban.
Se fue Huguito Villada. Su fallecimiento enluta a la familia que conformaban su esposa, Marta Olga Redona, y sus hijos Eduardo -conocido locutor de nuestro medio-, Federico y Nancy, además de sus nietos, Eve, Candelaria, Ignacio, Santiago y Benjamín.
Un gran cortejo lo acompañó hasta su última morada, en el Cementerio Parque de Santa Rosa.
Fuente: La Arena.
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