Luego de 3 años de gestión, el teniente coronel de caballería Héctor César Tornero dejó la jefatura del Regimiento de Caballería de Tanques 13 con asiento en General Pico y el cargo, ahora, quedó en manos del teniente coronel de caballería Diego Ignacio Berra. La formación de relevo se llevó a cabo ayer por la tarde en el playón del Regimiento, exCuartel de Vigilancia, ante una importante presencia de funcionarios, representantes de instituciones intermedias, jefes de dependencias de seguridad, familiares y público en general.
Con el acorde musical de la Banda Militar Capitán Tocagni del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 ‘General Viamonte’ la ceremonia se extendió por espacio de 2 horas, y concluyó con el desfile de los cuadros de soldados que revistan en la dependencia militar del Ejército Argentino.
Para cumplir con las formalidades de rigor, además, llegó a la ciudad el comandante de la X Brigada Mecanizada, general de brigada Aldo Daniel Sala, quien revistó a la tropa, y luego dio la bienvenida y despedida a los jefes entrante y saliente.
Tras las estrofas del Himno Nacional Argentino fue leído el extenso CV del jefe saliente, egresado del Colegio Militar de la Nación como subteniente del arma de caballería el 18 de diciembre de 1988. Como oficial subalterno prestó servicios en el Regimiento de Caballería de Tanques 10, Regimiento de Granaderos a Caballo, Regimiento de Caballería Ligero 3, Escuela Superior de Guerra y como oficial jefe en Regimiento de Caballería de Montaña 4, en el Comando de Operaciones Terrestres del Estado Mayor del Ejército y en el Colegio Militar de la Nación entre otros destinos nacionales e internacionales.
Tornero tuvo palabras de agradecimiento a los subordinados y a la comunidad que lo alojó desde diciembre de 2012, “culmina la etapa más trascendente de la vida de un oficial de caballería, los sentimientos que me embargan son de emoción y el de agradecimiento. Con errores y aciertos tuve la dicha de mandar durante 3 años a mis oficiales que resolvieron siempre la intención de su jefe, a mis suboficiales que cumplieron a cualquier precio la misión, y a mis soldados que con su función diario amalgamaron la fortaleza del eslabón en la cadena de la organización y la labor determinante de los civiles”, dijo.
Agradeció a los “fortineros porque un jefe sin el acompañamiento de su gente, no es jefe de nada. Supieron operacionalizar la simple intención en acciones concretas, agradecido porque tuve el honor de mandar una organización donde aún los valores de la milicia: los intangibles, siguen siendo mas importantes que los medios”, señaló previo a reconocer el acompañamiento de la unidad al subteniente Daniel Lemos, fallecido tras una larga enfermedad. Tornero se despidió ante su gente acompañado de sus familiares directos, “de ellos aprendí lo más importante de la vida: la escuela del trabajo, del sacrificio y tratar de ser una persona de bien”, afirmó.
Tornero le dio la bienvenida al nuevo jefe con el cual compartió la época de cadete, y también la de componente del Regimiento de Granaderos a Caballo. Ayer, el destino volvió a unirlos en el recambio de jefatura del Regimiento con sede en General Pico. Recordó también con orgullo el nombramiento como primer jefe de Regimiento de Tanques 13, “tuve el honor de comandar el Regimiento con más potencia de fuego de la brigada, el único Regimiento de Tanques de la fuerza de despliegue rápido, el único enclavado en el centro del país, el único fortinero y pampeano”, señaló emocionado.
A su turno, el comandante de la X Brigada Mecanizada tomó juramento al nuevo jefe, que llega también con un extensísimo currículum, y reconoció la labor del jefe saliente en un encendido discurso. Poco después la ceremonia concluyó con el desfile de los cuadros y de la Banda, y se extendió la despedida hasta el vino de honor servido en el Casino de Oficiales.
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