Todos los 28 de diciembre los bromistas se divierten con sus chistes que van desde el humor negro hasta mentiras piadosas y noticias falsas y dramáticas que hacen sufrir un rato a la víctima. Es que los latinoamericanos se toman el Día de los Inocentes con mucho humor y cuanto más padezca el ingenuo, mejor. No obstante, la tradición cuenta que en realidad la tradición –de más de dos mil años- tiene origen trágico pero que con los años fue mutando al hacia el humor.
Las redes sociales explotan de bromas como «Me quiero separar», fotomontajes de infidelidades que simulan haberse filtrado en las redes sociales y llegan a los esposos por mensajes privados, falsas noticias de embarazos, sustos y preocupaciones. La mayoría, además de ser graciosas, suelen extenderse por un rato de manera que la víctima sufra unas horas. El hashtag #Santos Inocentes ya es trending topic mundial.
La tradición
El Evangelio de San Mateo cuenta que Herodes el Grande, obsesionado con el poder, mandó a matar a todos los niños de Jerusalén menores de dos años al enterarse que había nacido un nuevo rey, en alusión al Niño Jesús.
Según San Mateo, unos magos llegaron a Jerusalén en busca del futuro Rey de Israel que para ellos acababa de nacer. Explicaron que habían visto aparecer su estrella en el oriente y recordaron la profecía del Antiguo Testamento que decía: «Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones.
Fue Herodes quien no soportó el interés de los magos por el Niño Jesús, por lo que fingió admiración e interés hacia el pequeño e invitó a los magos a viajar a Jerusalén para conocerlo y luego llevarle información. «Vayan y se informan bien acerca de ese niño, y cuando lo encuentren vienen y me informan, para ir yo también a adorarlo», les dijo.
Los magos viajaron a Belén guiados por la estrella que les volvió a aparecer cuando salieron de Jerusalén, donde encontraron al Niño Jesús junto a la Virgen María y San José. La tradición dice que Dios les avisó a los magos a través de los sueños que no vuelva a Jerusalén y les ordenó regresar a sus países. Herodes se quedó enojado y sin la información sobre el Niño Jesús, por lo que rodeó Belén con su ejército y obligó a sus soldados a matar a todos los niños menores de dos años en la ciudad y alrededores.
Un ángel avisó a San José para que saliera huyendo hacia Egipto, y así, cuando llegaron los soldados de Herodes, el niño Jesús ya había abandonado Belén. Sin embargo, el ejército asesinó a todos los pequeños «Santos Inocentes» niños que habitaban la ciudad.
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