Entre 2010 y 2013 la Argentina vivió un boom de franquicias, años en los que el sector creció en un 38%, según un informe publicado por la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF). El Noble fue parte de este fenómeno a través de sus locales y servicio de delivery.
Según Mariano Castagnaro, gerente general y CEO de la firma, «fuimos creciendo un 80% por año. Tenemos 100 franquicias, además de los 200 espacios que están en otros locales».
El modelo de negocio se solidificó a través de dos tipos de formatos: el local a la calle, que requiere una inversión de unos 400 mil pesos; y la góndola o isla al paso, que implica un desembolso de 250 mil pesos en lugares de alto movimiento, como los shoppings.
«Es un éxito –agrega Castagnaro– porque se atienden con una sola persona o 2. Y porque ataca un problema que tiene la gastronomía hoy que es el alto costo laboral. Si hay tránsito de gente, El Noble vende muchísimo. Son franquicias super accesibles y, muchas veces, son auto trabajos».
El CEO se refiere a «El Noble» porque después de 2010 se inició un proceso de cambio en el que se eliminó la palabra «Repulgue» para poder incorporar otros productos como el chipá, helados y pastas. Mientras al inicio el 93% de la facturación correspondía a las empanadas, hoy llega al 75 por ciento.
EN 2010 SE ELIMINÓ LA PALABRA «REPULGUE», PORQUE SE AMPLIÓ EL SET DE PRODUCTOS
Fase internacional
La transformación respondía a una estrategia de internacionalización de la marca. En este proceso fue fundamental la llegada de otros socios, como Cardón, y de la utilización de una planta modelo para productos congelados. «Fue en enero de 2010, nos enamorados de la planta. Nosotros conocemos el negocio del retail y las franquicias. Siempre quisimos trabajar sobre el mercado de los alimentos argentinos supercongelados. Es una planta que está aprobada para la Unión Europea, y nos pareció una oportunidad muy grande», aseguró Castagnaro.
En esta expansión se proyectaron otros canales de venta, como supermercados, estaciones de servicio y distribuidores. Se sumaron 200 góndolas en lugares como Cataratas, Mundo Marino, en confiterías y estaciones de servicio. «Al atender a las petroleras más grandes, que fueron cuentas que ganamos con el tiempo, armamos una distribución nacional», dijo el empresario.
EL NOBLE, CON PROYECCIÓN REGIONAL
Hoy El Noble exporta a distintos países. «De los limítrofes todos menos Bolivia, donde estamos en proceso de ingreso. En Uruguay estamos armando una planta con un grupo local. También replicamos este modelo en México para ingresar al mercado del NAFTA, porque hasta ahora no se puede exportar a ese bloque productos de carne vacuna, cerdo ni pollo. Entonces nosotros aportamos el know how y el grupo mexicano fabrica allá chipá y paninis, entre otros productos, para el mercado mexicano y norteamericano», detalló el CEO.
Con todo, la mira está puesta en los supercongelados, que en Europa por ejemplo representan hasta el 30% de la dieta de los consumidores.
«De acá a 5 años queremos ser una empresa de alimentos supercongelados argentinos para el mundo. Ahora ampliamos la planta para pasar de 4,5 MM de unidades por mes a 9 MM. Vemos muchas posibilidades de crecimiento, sumado a las posibilidades de joint ventures», destacó Mariano Castagnaro.
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