El secretario de Hacienda de la Municipalidad, Miguel De Elorriaga, aclaró ayer que si bien la situación financiera del municipio es ‘delicada’, no se trata de un quebranto, más allá de advertir que la deuda con los proveedores ronda los 7 millones de pesos y que por adelantos de coparticipación no descontados la suma se eleva a 40 millones, más otros 15 millones que se le deben a Aguas del Colorado. En contrapartida, reconoció que la deuda de los vecinos con el municipio alcanza los 300 millones de pesos.
Insistió el funcionario en cuanto a que ‘la situación es delicada’, pero aclaró que si bien siempre reconoció que respecto a las finanzas municipales la realidad es ‘ajustada’, nunca dijo que se trate de un ‘quebranto’. “Sí hay, y esto nunca lo negué, es un retraso con los proveedores, que hemos comenzado a reducirlo y el plan es ese, seguir reduciéndolo”, indicó.
De Elorriaga dijo que la municipalidad “está en plan de reducir las deudas y se va a tratar de reducir lo más posible, y si llegamos al 11 de diciembre con la deuda totalmente saneada mejor, pero no es fácil, puede ser que a esa fecha no tengamos la deuda totalmente saneada. Esto es una posibilidad, no una aseveración”, aclaró.
Expresó que la de Larrañaga fue desde el principio ‘una gestión transparente’ y que eso se ejemplifica con “la voluntad de mostrar todas las cuentas. En ese proceso se está y cada vez estamos más al día”, dijo, y remarcó que el atraso en las rendiciones se debió a un ‘inconveniente totalmente interno’.
Aseveró que el atraso en las rendiciones de las cuentas ‘es totalmente una tarea administrativa’ y no tiene que ver con los descuentos de coparticipación. “Los descuentos de coparticipación -explicó- es un tema totalmente financiero, ajeno a si se atrasan o no las (rendiciones de) cuentas, que es una tarea netamente administrativa”.
Afirmó que el tema de transparentar las cuentas y de tratar de estar al día con las rendiciones “es una meta que tenemos y que trataremos de cumplir, y que muestra la responsabilidad del municipio”.
“Para nada yo puedo responsabilizar al Gobierno Provincial del atraso en las rendiciones, a esto siempre lo tomé como una responsabilidad propia”, dijo, y agregó que el problema que hubo y que dificultó la tarea ‘se está solucionando’.
Insistió, en cuanto a la pretensión del FrePam de avanzar con una auditoría de las cuentas municipales, que el Cuerpo de Relatores está en manos de la oposición y que realiza los controles y observaciones pertinentes, por eso tildó de ‘ilógico’ el pedido de los concejales.
Deterioro
En cuanto a la deuda acumulada, De Elorriaga dijo que responde a ‘un deterioro que se va produciendo en forma progresiva’ y habló en ese sentido del atraso en la actualización de las tasas, ‘que cada vez se va sintiendo más en la economía del municipio’. Dijo que si bien tiene la potestad de hacer actualizaciones anuales, cuando este año se planteó hacer una actualización intermedia ‘para que el atraso no sea tan significativo’, esa posibilidad fue rechazada en el Concejo Deliberante.
Respecto a la deuda municipal, el funcionario la separó en dos, por un lado la que mantiene con los proveedores, y la referida a los anticipos de coparticipación no descontados por el gobierno provincial. Estos últimos alcanzan los 40 millones de pesos. “Son anticipos otorgados oportunamente y no descontados”, aclaró.
“La situación siempre lo dije es muy ajustada y nada fácil de llevar”, reconoció el secretario, quien evidenció que otra seria la realidad si hubiera tenido la posibilidad de hacer ajustes intermedios de tasas. Además sumó que no todos los vecinos están al día y que cuando se implementan moratorias la Municipalidad deja plata en el camino justamente por las condonaciones de intereses, que afecta sus arcas.
Por otro lado y a la hora de cuantificar la deuda que actualmente tienen los vecinos con la Municipalidad, dijo que ‘tenemos que hablar de nueve cifras’, y calculó que ronda los 300 millones de pesos.
La planta de trabajadores de la Municipalidad es de 1930, y según dijo el incremento neto en la gestión fue de unos 140 empleados. Además explicó que los sueldos implican los dos tercios del presupuesto. En cuanto a prioridades para lo que resta de la administración Larrañaga, De Elorriaga aseveró que ‘la primera es poder cumplir con el pago de los sueldos’, después ‘tratar de cancelar las deudas con los proveedores’, y la tercera ‘tratar de dejar las cuentas, en cuanto a rendición, lo más actualizadas posible’.
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