Una mujer que se habría identificado como la expareja del actual jefe de Toxicomanía de la UR I, Roberto Castro, aseguró ayer ser víctima de una violenta situación luego del distanciamiento con el funcionario policial. ‘Me siento amenazada, con mucho miedo por mi integridad física y mental. Esto es una pesadilla’, …
Una mujer que se habría identificado como la expareja del actual jefe de Toxicomanía de la UR I, Roberto Castro, aseguró ayer ser víctima de una violenta situación luego del distanciamiento con el funcionario policial. ‘Me siento amenazada, con mucho miedo por mi integridad física y mental. Esto es una pesadilla’, detalló la mujer en la denuncia que compartió en las redes sociales.
En un contacto que este diario mantuvo con ella, aseguró que tenía ‘miedo’, que en las primeras horas de hoy presentaría la correspondiente denuncia penal y que luego expondría su situación en los medios. Su denuncia se multiplicó y fue compartida en las redes sociales desde ayer a la mañana.
Puntualmente en el texto que subió a Facebook -donde se identificó como Elida Ervite además de su documento nacional de identidad- comienza preguntándose ‘¿qué va a pasar con mis embriones’ y continúa ‘hola, después de un tiempo de borrarme en el Facebook tengo la necesidad de contarles lo que me pasa por ser la señora de’.
‘Después de 23 años de casada con altos y bajos, alegrías y tristezas, sueños y proyectos y entre esos hermosos sueños el llegar a ser padres’, continuó en el texto donde detalló que debido a la imposibilidad de concretar el proyecto familiar habrían emprendido estudios y tratamientos para lograrlo. ‘Consultamos a un especialista y empezaron los estudios intensos y dolorosos durante mucho tiempo, primero fue inseminación y después fecundación in vitro que para felicidad de los dos, tenemos tres embriones en congelamiento (en la Clínica Procrearte), esperando que en mayo fuéramos a hacernos los últimos estudios para llegar a lograr nuestro sueño de ser padres’ (o yo a ser madre)’.
‘El día 9 de mayo mi esposo me llama preguntando si volvía a almorzar, le contesto que era imposible ya que tenía mucho trabajo. Cuando a la noche regreso a casa me encuentro con la terrible sorpresa’ Mi casa estaba prácticamente vacía y adivinando que algo pasó, empecé a llamar a mi esposo que por largo tiempo no me atendió’, explicó sobre el supuesto distanciamiento de la pareja.
Siempre de acuerdo a la versión que la mujer brindó a través de las redes sociales, aseguró que luego de tres meses ‘me siento amenazada, con mucho miedo por mi integridad física y mental. Esto es una pesadilla. No puedo hacerme la transferencia embrionaria porque mi marido (Roberto Alejandro Castro, jefe de Toxicomanía) aparentemente señor de la ley y conducta ‘intachable’, me quita la posibilidad de ser madre (sin importar afrontar ser madre sola) negando la firma. Lo hago cargo de todo daño psicológico’. Aclaro que yo no le pido nada más que la firma para ir a buscar mis bebés. Del resto me hago cargo totalmente sola’, concluye en la denuncia pública.
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