La Justicia dio comienzo formal ayer a la investigación en contra de dos médicos por la muerte de una joven piquense de 25 años que en 2011 fue intervenida por cálculos en la vesícula. Se trata de Ana Belén Ceballos, que murió el 29 de septiembre de dicho año después de permanecer por más de 20 días internada en el centro médico de la Fundación Favaloro en Buenos Aires. César Llopard, quien era su pareja, denunció a los dos profesionales que atendieron a la joven fallecida, Carlos Fanjul y Ricardo Pasaman Znacovski.
En la mañana de ayer, se llevó a cabo la primera audiencia de la causa penal que fue presidida por el juez de control Heber Pregno. Por la fiscalía interviene Alejandro Gilardenghi y el abogado por la querella Jorge Salamone. En representación de los médicos imputados asistió el letrado Gustavo Marrero.
En principio fue el fiscal quien refirió que los profesionales eran investigados por lo sucedido a partir del 24 de agosto de 2011 cuando Ceballos fue intervenida por cálculos en la vesícula. La joven tenía una cirugía programada en el Sanatorio Santa Rosa de la capital pampeana, allí Fanjul le realizó una práctica denominada Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) para romper las piedras. Y ese mismo día la mujer regresó a esta ciudad para que el seguimiento de su caso lo realizara el médico Pasaman.
Según indicó el fiscal en ese tipo de procedimientos médicos se puede producir una perforación del duodeno, pero ninguno de los profesionales intervinientes detectó ese inconveniente tomando los «recaudos mínimos» aún conociendo el riesgo existente. La joven fue atendida en la Clínica Argentina de esta ciudad y cuando su cuadro se agravó fue derivada a Buenos Aires.
Una fuente confiable explicó que Ceballos tenía el duodeno perforado y terminó con una infección generalizada, con pocas posibilidades de recuperación. Y finalmente se produjo su deceso.
Homicidio culposo.
En la audiencia el fiscal señaló que la calificación provisoria solicitada era «homicidio culposo».
El defensor no se opuso a los dichos del Ministerio Público Fiscal pero realizó una salvedad al explicar que el 30 de agosto de 2011 se realizó una radiografía de la cavidad abdominal y no se detectó ningún problema. Al día siguiente, con la realización de una tomografía y una ecografía se observó presencia de aire por lo cual se sospechó de una reciente perforación del duodeno. Pero considerando esos tiempos el problema no habría sido inmediato a la CPRE.
La audiencia terminó cuando el juez de control Pregno refirió que se daba por formalizada la investigación y que la calificación sería «homicidio culposo».
Si bien la causa data de 2011, una fuente judicial señaló que ahora avanzó el legajo porque algunas pericias médicas requirieron pasar por el Superior Tribunal y entonces los plazos se fueron alargando.
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