Sin embargo, el dirigente radical defendió el frente y afirmó que «estamos muy firmes y muy sólidos detrás de la idea de ganar la elección y de gobernar».
En declaraciones radiales y al ser consultado sobre la posibilidad de que mantengan el frente después del 11 de diciembre, en caso de que pierdan los comicios, Sanz respondió: «No lo sé».
Y justificó que el acuerdo con el PRO es «una alianza para gobernar la Argentina que viene, no es electoral».
En este sentido, amplió: «Si la historia nos pone en un lugar donde no vamos a gobernar y todos somos parte de identidades partidarias autónomas… yo no puedo decirle hoy qué va a pasar el 11 de diciembre».
Al respecto, recordó que en el oficialismo también se unieron «los K puros y duros con los PJ que no son» y armaron la fórmula «(Daniel) Scioli-(Carlos) Zannini después de que se han dicho de todo, para ganar la elección y gobernar» «Todo el mundo sabe que han formado parte del mismo espacio donde los unió el poder, nada más que el poder. Lo de Scioli y Zannini podrá ser muy bueno como oferta de poder pero de consistencia y coherencia, menos diez como en el chinchón», apuntó.
«Yo no soy anti K. He sido un durísimo opositor y lo sigo siendo, pero yo miro para adelante el país, yo no soy anti nada», sostuvo el dirigente.
Asimismo, destacó que forma «parte de un frente que tiene como bases estructurales una idea de país, pero voy a competir porque también tengo diferencias».
El precandidato a presidente competirá con el jefe del Pro Mauricio Macri y la diputada Elisa Carrió en las PASO por el mismo espacio y respaldará a Martín Lousteau, el candidato de ECO, en la Ciudad de Buenos Aires. «No formo un frente de disciplinamiento donde todos estamos de acuerdo con todos. Somos diferentes, tenemos en claro una columna vertebral de a dónde queremos llevar al país», acotó.
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