Los autores lo mataron y dejaron tiradas las vísceras, ambos costillares y la cabeza. El resto, se lo llevaron.
La subcomisaría de Quehué tomó intervención en el hecho y, con datos aportados por el encargado del campo, Eduardo Javier Ochoa, se logró establecer que los autores eran tres cazadores oriundos Santa Rosa.
Con órdenes de allanamientos del fiscal interviniente, y con participación de la División Abigeato, se hicieron allanamientos en la capital provincial: uno tuvo lugar en calle Paul Harrisal 800; otro en Pasaje Corralero al 300 y el restante en la esquina de Médici y Sequeira. Se secuestraron prendas de vestir, zapatillas, una lona de color verde y una camioneta Chevrolet modelo S-10, color blanca, cabina simple, patente CMB-541.
Además, se comprobó que en todos los domicilios de los sospechosos poseían varios trozos de animales salvajes frizados y embolsados, lo cual permitió establecer que estas personas se dedican a la caza clandestina, ya que no poseen ningún tipo de permisos que los habiliten.
Los involucrados fueron todos notificados en libertad a disposición de la fiscalía interviniente.
La Policía confirmó que estas personas son las mismas que estuvieron involucradas en la caza ilegal de ciervos colorados en el Parque Luro.
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