En los últimos días hemos visto los últimos ejemplos de la campaña flagrante e inaceptable de las autoridades argentinas para estrangular la industria hidrocarburíferas de las Islas Falkland», comienza el duro comunicado emitido por Gran Bretaña con las palabras del ministro para la región del Foreign Office, Hugo Swire.
La respuesta llegó luego del pedido de embargo realizado por la jueza federal de Río Grande, Lilian Herraez, por 156 millones de dólares a empresas británicas y de Estados Unidos por la explotación de hidrocarburos en aguas alrededor del archipiélago.
«Tenemos absolutamente claro que las leyes domésticas argentinas no se puede aplicar en las Islas Falkland ni en las aguas alrededor de ellas», continúa y agrega: «Esta decisión políticamente motivada de convertir en blanco los activos de las compañías es un completamente inaceptable intento de ejercitar jurisdicción extraterritorial y no tiene justificación legal en absoluto«.
Por su parte, hablan de provocaciones por parte del gobierno argentino. «Esta acción, que apunta a las empresas de petróleo y gas británico e internacional, tiene implicaciones peligrosas para el negocio global. El gobierno de Argentina debería abstenerse de provocaciones injustificadas de este tipo», señalan.
«El plan de las Islas Falkland para desarrollar su industria hidrocarburífera, con el apoyo y experencia de las compañías de alrededor del mundo, es una aventura legítima. Los isleños de las Falklands tiene todo el derecho a decidir su propio futuro, incluyendo el desarrollo de su economía», insisten desde Londres y cierran: «Como siempre, estamos detrás de ellos y confiamos de que la comunidad internacional continuará resistiendo a estas amenazas argentinas«
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