Fue el lunes a las 19 horas en la intersección de calles 31 y 16. El menor de 14 años volvía a su casa tras cumplir con sus clases de educación física cuando un delincuente lo abordó y le arrojó un puntazo sin mediar palabra. Por suerte el chico esquivó el ataque, por lo que el puñal solo le provocó un tajo en su campera y cortes menores en los dedos de una mano.
Claudia Resler, mamá de la víctima, contó que el hecho ocurrió el lunes, cuando su hijo “venia de educación física, el tiene de 18 a 19 horas clases en la Capilla de Luján, el siempre hizo el mismo recorrido porque vivimos cerca. A la mañana lo llevamos y viene caminando al mediodía y cuando tiene educación física igual”.
Relató luego que “ayer a las 19 horas se volvía caminando como siempre, pero ahí en la 31 y la 16 un chico más grande edad y más alto que él le habla de atrás y le dice dame la mochila, donde llevaba una pelota que usa para jugar con los compañeros al fútbol. El se da vuelta para mirar porque pensó primero que era un compañero que le hacia un chiste, porque en la esquina anterior había un compañero con el que se habían despedido, y el ladrón le tira una puñalada con la que le cortó 7 centímetros la campara de jogging que tenía puesta. Como él cuando vio que le tiraba la puñalada, se corrió para atrás y se cubrió con las manos y le cortó apenas los dedos”.
Posteriormente, como el menor “hizo muchos años taekwondo, es cinturón negro, así que tuvo la reacción de pegarle una piña, entonces el ladrón se vio sorprendido”. Ante esto el malviviente huyó del lugar sin robarle nada al damnificado.
Luego el herido regresó a su casa, ubicada a pocas cuadras del lugar, y contó lo ocurrido a sus padres. “Cuando mi marido lo ve le mostró el agujero en la campera y ahí mi esposo ve que tenia los dedos ensangrentados”, recordó la mujer, quien indicó que luego “para hacer la denuncia fuimos al hospital para que nos den el certificado. No fue nada por suerte, solo un corte superficial”.
“Esto es la ley de la selva”, se quejó la vecina piquense y remarcó que “la 7 de la tarde no es un horario donde no pueda andar un pibe que venía de estudiar”, pero lamentablemente se dio este hecho, tras el cual “te quedas con miedo, te quedas con una preocupación barbará, porque uno lo lleva y lo trae, pero hay momentos que uno está trabajando y son cinco cuadras que se viene caminando”.
“El siempre se viene con otro compañero, así que por ahí lo han estado espiando que venía solo”, sospechó.
Claudia manifestó a este medio sentirse “muy preocupada, es muy indignante la situación” y reveló que su hijo “no alcanzó a reconocerlo –al atacante- porque el tipo estaba con la cabeza tapada, tenía una bufanda y la capucha”.
Sobre del adolescente, contó que quedó “asustadísimo, tiene 14 años, es grandote de cuerpo pero es chico de mentalidad. Aparte nosotros como papás le habíamos marcado esas calles como ‘seguras’ y paso esto, además fue a las 7 de la tarde”.
La vecina comentó a infopico.com que su hijo ya retornó a sus actividades escolares, pero aclaró que ahora tomarán los recaudos de siempre ir a llevarlo y buscarlo, mientras que cuando no puedan hacer eso con su esposo, buscarán que siempre camine acompañado.
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