Uno de los pilotos del A320 quedó fuera de la cabina antes de que se estrellara el avión.
Según difundió The New York Times, la caja negra revela que salió antes de que la nave comenzara a descender y ya no pudo reingresar. Golpeó la puerta pero el otro comandante no respondió. Desesperado, intentó derribarla.
Mientras continúan las investigaciones para saber por qué se produjo el accidente del avión A350 en los Alpes franceses, una fuente reveló al diario estadounidense New York Times que una grabación de la caja negra indica que uno de los pilotos quedó afuera de la cabina de mando y no pudo volver a ingresar.
Según describe la fuente, un militar involucrado en la investigación, la conversación fue «muy relajada» entre los pilotos al principio del viaje, cuando despegó de Barcelona con dirección al aeropuerto alemán de Düsseldorf. Luego, se deduce del audio que uno de los pilotos salió de la cabina.
«El hombre que está afuera golpea la puerta suavemente y no recibe respuesta. Y entonces golpea con más fuerza, sin tener respuesta. En ningún momento hay respuesta. Se puede escuchar que intenta tirar abajo la puerta», relató el militar, que pidió mantener su identidad en anonimato.
«En ningún momento hay respuesta. Se puede escuchar que intenta tirar abajo la puerta»El contenido de la caja negra permitirá elaborar algunas hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido el martes, cuando el avión de Germanwings se estrelló en la zona montañosa de la Barcelonette, en Francia, con 150 personas a bordo, de las cuales ninguna sobrevivió.
«Todavía no sabemos por qué el piloto salió de la cabina. Pero lo que es seguro es que sobre el final de vuela el otro piloto está solo y no abre la puerta», dijo el oficial. El avión descendió 9.000 metros en ocho minutos antes de estrellarse, sin que se precisara el motivo de tal decisión.
El gobierno de Francia no descarta ninguna hipótesis, incluida la posibilidad de que se trate de un atentado. Sin embargo, desde Lufthansa, la compañía de la que Germanwings es filial, aseguró que todo se trató de un accidente.
El proceso de análisis de la caja negra podría demorar «varias semanas» o incluso «meses», según advirtió el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Rémi Jouty. Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que el avión explotase en pleno trayecto: «El avión voló hasta el final», dijo a los medios de comunicación.
«No tenemos la menor explicación del motivo que llevó al avión a descender ni por qué este no respondió a los intentos de contacto de los controladores aéreos», reconoció Jouty. Por eso, al igual que han hecho hasta ahora los responsables políticos franceses, insistió en que «ninguna hipótesis está cerrada».
«La curva de la trayectoria es compatible con la de un avión controlado por pilotos, con la excepción de que no imaginamos que pilotos puedan conscientemente enviar un avión hacia la montaña», explicó, antes de añadir que esa curva también es compatible con la que podría trazar un piloto automático.
Tampoco las óptimas condiciones meteorológicas ofrecen explicación alguna del momento del accidente, aunque su empeoramiento ha complicado las labores de identificación y rescate de los cadáveres que yacen diseminados en el macizo de Les Trois Échêvés.
Según difundió The New York Times, la caja negra revela que salió antes de que la nave comenzara a descender y ya no pudo reingresar. Golpeó la puerta pero el otro comandante no respondió. Desesperado, intentó derribarla
Mientras continúan las investigaciones para saber por qué se produjo el accidente del avión A350 en los Alpes franceses, una fuente reveló al diario estadounidense New York Times que una grabación de la caja negra indica que uno de los pilotos quedó afuera de la cabina de mando y no pudo volver a ingresar.
Según describe la fuente, un militar involucrado en la investigación, la conversación fue «muy relajada» entre los pilotos al principio del viaje, cuando despegó de Barcelona con dirección al aeropuerto alemán de Düsseldorf. Luego, se deduce del audio que uno de los pilotos salió de la cabina.
«El hombre que está afuera golpea la puerta suavemente y no recibe respuesta. Y entonces golpea con más fuerza, sin tener respuesta. En ningún momento hay respuesta. Se puede escuchar que intenta tirar abajo la puerta», relató el militar, que pidió mantener su identidad en anonimato.
«En ningún momento hay respuesta. Se puede escuchar que intenta tirar abajo la puerta»El contenido de la caja negra permitirá elaborar algunas hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido el martes, cuando el avión de Germanwings se estrelló en la zona montañosa de la Barcelonette, en Francia, con 150 personas a bordo, de las cuales ninguna sobrevivió.
«Todavía no sabemos por qué el piloto salió de la cabina. Pero lo que es seguro es que sobre el final de vuela el otro piloto está solo y no abre la puerta», dijo el oficial. El avión descendió 9.000 metros en ocho minutos antes de estrellarse, sin que se precisara el motivo de tal decisión.
El gobierno de Francia no descarta ninguna hipótesis, incluida la posibilidad de que se trate de un atentado. Sin embargo, desde Lufthansa, la compañía de la que Germanwings es filial, aseguró que todo se trató de un accidente.
El proceso de análisis de la caja negra podría demorar «varias semanas» o incluso «meses», según advirtió el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Rémi Jouty. Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que el avión explotase en pleno trayecto: «El avión voló hasta el final», dijo a los medios de comunicación.
«No tenemos la menor explicación del motivo que llevó al avión a descender ni por qué este no respondió a los intentos de contacto de los controladores aéreos», reconoció Jouty. Por eso, al igual que han hecho hasta ahora los responsables políticos franceses, insistió en que «ninguna hipótesis está cerrada».
«La curva de la trayectoria es compatible con la de un avión controlado por pilotos, con la excepción de que no imaginamos que pilotos puedan conscientemente enviar un avión hacia la montaña», explicó, antes de añadir que esa curva también es compatible con la que podría trazar un piloto automático.
Tampoco las óptimas condiciones meteorológicas ofrecen explicación alguna del momento del accidente, aunque su empeoramiento ha complicado las labores de identificación y rescate de los cadáveres que yacen diseminados en el macizo de Les Trois Échêvés.
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