Es el tema del momento y no hay quien esté exento a comentar la mediática crisis de Marcelo Tinelli (54) y Guillermina Valdés (36). A un día de la explosión de la bomba, los protagonistas han elegido mantener un perfil súper bajo para resguardar lo máximo posible la intimidad de la familia. Lo cierto es que, al día de hoy, la separación es un hecho irrefutable.
Los motivos que habrían desatado el profundo distanciamiento entre el conductor y la modelo permanecen aún sin ser revelados, pero las teorías poco tardaron en proliferar. El ostracismo del núcleo del clan Tinelli sólo incrementó las sospechas y los interrogantes. En medio de los rumores, Ciudad.compudo saber que el conductor le confió a sus íntimos que la razón de la separación fue simple y llanamente un desgaste de pareja.
Según pudo saber este sitio con una persona de confianza del conductor, «Marcelo le propuso a Guillermina hacer terapia de pareja para intentar superar la crisis, pero ella por ahora no quiso. Al menos por ahora». La actriz optó por tomarse un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los hechos. Lo que sí todas las fuentes consultadas niegan es la presencia de terceros en discordia, más allá de los rumores que circulan en los medios.
Esta no es la primera vez que Marcelo acude a un psicólogo especialista por estos temas. Antes de su separación definitiva de Paula Robles, con quien compartió 14 años de vida y fue padre de Francisco y Juana, el entonces matrimonio asistió durante un año entero a sesiones de pareja. “Sí, es cierto que hicimos terapia. Esto venía desde hace un tiempo e intentamos que mejorara hasta último momento. Bueno, no se pudo. Fue así. Lo intentamos”, respondió el conductor, en una entrevista con el diario Clarín, en mayo de 2009.
¿CÓMO ERA LA CONVIVENCIA EN PISOS SEPARADOS?
Entre las muchas teorías sobre las causas de la crisis, en Infama hablaron de un supuesto malestar de Valdés con Micaela y Candelaria Tinelli, las hijas de Tinelli, por la peculiar convivencia “ascensor de por medio”, en los pisos contiguos de la exclusiva torre Le Parc Alcorta. Sin embargo, la mayor de las hermanas salió al cruce de la versión y el círculo íntimo de Guillermina aseguró a Ciudad.com que nunca fue un problema: «Tanto Marcelo como ella estaban en permanente contacto y pasaban la mayor parte del tiempo en uno u otro departamento».
En septiembre del año pasado, Guillermina le decía a la revista Gente: “La convivencia ‘ascensor de por medio’ resultó muy bien, porque logramos no invadirnos. Cada uno conserva su espacio. Entonces, compartimos muchísimo, pero no estamos obligados. Nos elegimos todo el tiempo. Estamos bien hoy, siempre hablamos de hoy. No necesitamos muchas más garantías. Cuando uno ya tuvo otras parejas, es más grande y tiene hijos, elige para su vida cosas que tengan que ver con hacerse bien y nosotros sentimos que nos hacemos bien. Dormimos juntos todas las noches. Lo hacemos desde esa libertad con la que nos elegimos, sabiendo que el otro alguna vez puede decir: ‘No, mi amor… Mañana arranco a las seis de la mañana y no te quiero despertar’”.
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