El “Angel de la muerte” había solicitado la excarcelación o que le den una inyección letal. Pero la Corte confirmó el rechazo. Está detenido desde el 3 de febrero de 1972, alojado en Sierra Chica
Una de las rarísimas excepciones donde la prisión perpetua es perpetua. Ayer, la Corte Suprema de Justicia rechazó un pedido para obtener la libertad condicional que había presentado Carlos Eduardo Robledo Puch, el mayor asesino múltiple de la historia criminal argentina, por lo que continuará en prisión tras llevar 43 años detenido.
Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda consideraron «inadmisible» el recurso de queja por inaplicabilidad de la ley presentado por el defensor oficial del condenado, Mario Coriolano.
Coriolano explicó que ante la decisión de la Corte podría llevar el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde ya se tramita otro recurso por un detenido -por asesinar a un policía- en similares condiciones a Robledo Puch (63).
Consultado sobre si su asistido podría salir en libertad alguna vez, el defensor indicó que «por las últimas reformas legales se han reducido al máximo las posibilidades, pero tiene que haber un plazo porque si no la persona está privada de su libertad hasta que se muere».
Además, detalló que «hay un problema constitucional porque el Derecho Internacional y los tratados de derechos humanos no contemplan estas penas».
En el fallo, el máximo tribunal de la Nación rechazó revisar la decisión de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que en 2013 denegó un pedido de Robledo Puch para que se le concediera la libertad condicional o, en su defecto, que se le aplicara una inyección letal.
En aquella oportunidad el defensor general de San Isidro, José Luis María Villada, señaló que el pedido de la inyección letal «es una expresión de deseo de Robledo Puch de urgir su inmediata libertad», ya que esa medida no está contemplada en las leyes argentinas.
«Robledo Puch realmente está harto, está preso desde el 3 de febrero de 1972», dijo Villada, quien afirmó que los plazos están totalmente vencidos y que, según su opinión, por tratarse de un preso emblemático «los jueces tienen miedo de dejarlo en libertad».
Cuando el homicida múltiple, preso en Sierra Chica, pidió la libertad a la Corte provincial, ese tribunal ordenó una amplia pericia psiquiátrica y psicológica que determinó que «no tiene patologías ni es peligroso para sí ni para terceros».
Además, según Villada, cuenta con recursos económicos para poder vivir fuera de prisión, ya que tiene una propiedad, un depósito a plazo fijo de la venta de otra heredada de sus padres y algún proyecto para poder irse del país.
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