Emma Moroncini caminó desde la provincia de Tucumán hasta la Basílica de Luján para pedir por los jóvenes y por la paz. Pero eso no es todo, porque su peregrinación, que comenzó el 27 de diciembre y finalizó esta mañana, tuvo lugar a los 91 años. Sí, leyó bien. Noventa y uno.
Según publica el diario La Gaceta de Tucumán, Emma salió desde la capital provincial sola, empujando un pequeño carro con algunas pertenencias. Tenía un único objetivo. Llevarle un pedido por los jóvenes y la paz mundial a la Virgen.
La página de Facebook «Emma, la abuela peregrina», relató los pases de esta mujer, que hoy será recibida por el Padre Blanchoud, quien realizará una misa en su nombre. Emma, además, ya anticipó que le gustaría conocer al Papa Francisco.
Durante los más de 1200 kilómetros caminados por Emma, fueron varios los contratiempos. El último fue una descompensación que la abuela sufrió a la altura de Los Robles, ya en la provincia de Buenos Aires.
La anciana se cayó y tuvo lesiones en la cara y en una de sus manos, pero eso no la detuvo. Se recuperó en pocas horas y siguió su camino. Esta mañana fue ovacionada en la entrara a la Basílica.
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