La joven denunció que un grupo de malvivientes ingresó a su casa con fines de robo. Molestos por el llanto de la menor, la asfixiaron hasta quitarle la vida. Antes de irse, le dejaron escrita la palabra «Puta».
Una casilla ubicada en Los Robles al 100, en la localidad de El Jagüel, es el escenario donde se suscitaron los aberrantes hechos que tuvieron lugar la madrugada del martes y que fueron detallados por la propia joven tras la llegada de la policía, alertada por el llamado de un vecino al 911.
Según las palabras de la madre de 18 años, dos hombres ingresaron a su vivienda con fines de robo, y ella, al resistirse, comenzó a ser violada. Incluso, debido a que su hija de un año y medio comenzó a llorar, uno de los malvivientes le tapó la cara con una almohada hasta asfixiarla y quitarle la vida.
No contentos con ello, antes de retirarse de la humilde vivienda dejaron sobre la mesa principal un papel con la palabra «Puta». Al llegar los uniformados, la joven se encontraba semidesnuda y presa de un ataque de nervios, en tanto que en la habitación se encontraba el cuerpo de la menor de un año y medio, boca arriba y junto a una almohada.
Los investigadores del caso detallaron que esa almohada, además del papel hallado sobre la mesa, ya se encuentran siendo peritados, y que han de realizar pericias complementarias para intentar determinar las razones del asesinato y reconstruir fehacientemente lo sucedido.
Debido a que no se registraron signos de un ingreso forzoso en la vivienda, no se descarta que el hecho haya sido ejecutado por personas conocidas, por lo que los datos que aporte la joven pueden ser claves. El fiscal de Esteban Echeverría, Juan Manuel Baloira, quien interviene en el caso, tomará declaración al entorno de la mujer, en tanto se esperan para los próximos días los resultados de las muestras extraídas.
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