El agua no da tregua. Entre las intensas lluvias y la crecida de los ríos, Jesús María vive una situación «bastante complicada». El intendente de esa ciudad cordobesa, Gabriel Frizza, admitió hoy que la situación «es tensa y complicada» porque sigue lloviendo, que «hay barrios con serios problemas», que hay evacuados y que un puente que conecta la localidad con «la zona de Sierra Chica» quedó inhabilitado por la crecida del río.
«Se ha caído un puente que han puesto hace dos días, un puente de hierro que reemplazaba a otro puente que también se había caído. Se lo volvió a llevar la creciente», explicó.
En diálogo con radio La Red, Frizza contó que la ciudad está prácticamente paralizada. «Hemos pedido a los padres que no lleven a sus chicos a la escuela, que se queden tranquilos en sus casas. Si bien la ciudad no está colapsada de agua en general, toda la zona ribereña sí, y eso complica la movilidad y la evacuación», sostuvo.
«Hace diez-quince días que el agua no nos da tregua. Todo lo que uno va pudiendo hacer, la creciente se lo lleva. La angustia se contagia. Estamos peleándola, es desigual la lucha con la naturaleza, pero seguimos intentándolo», dijo.
«Estamos pidiendo que por favor se queden en sus viviendas», insistió.
El intendente de Jesús María contó que «sólo en algunas zonas» están cortando el suministro de electricidad «por precaución». Y aclaró: «El problema es la zona ribereña».
La ciudad no está completamente aislada, pero hay puentes y caminos «intransitables o cerrados por precaución».
«Sigue lloviendo. Tenemos 24 horas más de alerta», concluyó.
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