Alrededor de 15 especialistas, entre neurólogos, fisioterapeutas y logopedas, atienden a Michael Schumacher durante las 24 horas del día, pero ni así halla consuelo. Afirman que llora cada vez que oye a su mujer o sus hijos.
A pesar del hermetismo que rodea la casa-hospital que el múltiple campeón mundial tiene en Suiza, se supo que «Schumi» no puede contener la pena cada vez que escucha la voz de algún miembro de su familia.
Tras 15 meses de espera, la rehabilitación del siete veces campeón de la Fórmula 1 avanza a paso lento, y su estado continua siendo grave.
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