Arruabarrena dejó en Buenos Aires a varios jugadores de la columna vertebral del equipo.
Boca quiere poner un pie en los octavos de final de la Copa Libertadores. Luego de haber ganado sus tres primeros encuentros de la fase de grupos, el equipo de Rodolfo Arruabarrena se enfrenta en Barinas al Zamora FC. El partido, para el cual el DT argentino decidió resguardar a varios titulares, va desde las 22:15, por Fox Sports 2.
Para Venezuela, el Zamora no es cualquier club. Claro, su historia reciente, en la que la institución quebró, fue refundada y se convirtió en uno de los equipos más fuertes del país, tiene un apellido clave en el medio: Chávez. Chávez por Hugo, el histórico mandatario del país, que todavía mira todos desde los mil murales que lo retratan, en la ciudad de Barinas, cuna del Zamora y lugar de nacimiento del «Comandante». Chávez por Adelis, el hermano de Hugo, el único de la familia al que lo sedujo el fútbol desde pequeño. Adelis es hoy el presidente del Zamora, club al que el chavismo propuso como insignia de su gestión y al que también impulsó mediante la llegada de numerosos sponsors. Así construyó su presente el rival de Boca.
Boca y Chávez, no por Andrés, el delantero que estará en el banco de los suplentes esta noche. Sí por Adelis, que recibió al plantel de manera personal, el lunes, en el aeropuerto de Barinas. Pero, claro, para un país acostumbrado al béisbol, la llegada del conjunto azul y oro no desata locuras ni mucho menos. Incluso, en el trato diario, la gente local no tiene tan en claro el desarrollo de la Copa Libertadores ni las instancias por las que pelea el equipo de la ciudad que la semana pasada cayó por 5-0 ante Boca.
En lo futbolístico, Rodolfo Arruabarrena decidió dejar en Buenos Aires a algunos de los nombres de peso, como Marco Torsiglieri, Nicolás Lodeiro y Daniel Osvaldo. Boca lleva nueve puntos sobre nueve disputados y un triunfo en Venezuela lo llevaría a estar prácticamente clasificado a los octavos de final del torneo, mientras a Zamora lo dejaría afuera.
Barinas siempre será la ciudad en la que Boca tembló, allá por el 2012, cuando Julio César Falcioni renunció a su cargo, luego de quedar expuesto en el vestuario, después del partido. Al día siguiente, la dirigencia convencería al entrenador de seguir en su puesto y el equipo escalaría hasta la final del máximo certamen del continente. Para resignificar la locación, un Boca mucho más tranquilo buscará ratificar su buen andar hoy por la noche. En la tierra de Chávez, por supuesto.
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