El guía de montaña pampeano Juan Pablo Pollak hizo cumbre por cuarta vez en el Aconcagua el pasado lunes en el marco de un proyecto de ascensión de los diez picos más altos del país.
Pollak hizo el recorrido en companía de Osvaldo Rovira, conocido atleta y ciclista de nuestra ciudad que subía por primera vez al Techo de América, como se conoce al pico más alto ubicado en la frontera argentino-chilena de Mendoza.
Pollak, conocido por su actividad de guía de montaña avalado por la prestigiosa Asociación Argentina de Guías de Montana (AAGM), comenzó con Rovira el 27 de enero la preparación del ascenso «aclimatando» en el cordón del Plata, con ascensiones al cerro Vallecitos de 5.550 metros sobre el nivel del mar.
La aclimatación, contó Pollak, es una tarea de adaptación del cuerpo humano a los rigores de la falta de oxígeno de las alturas. Para quienes, como Pollak y Rovira y los pampeanos en general, están acostumbrados a las bondades de un aire con alto porcentaje de oxígeno presente en la llanura pampeana, subir por encima de los 5.000 metros (aun de los 4.000) significa una disminución importante del rendimiento pues los hematocritos (glóbulos rojos encargados de transportar el oxígeno a los músculos) son insuficientes para responder a las exigencias del ascenso. Así, la aclimatación en altura previa al ascenso del Aconcagua, le permite al cuerpo aumentar el número de glóbulos rojos y así una oxigenación adecuada de los músculos.
Ya en el Parque Aconcagua, iniciaron el ascenso a los distintos campamentos: Confluencia (3.400 msnm), Plaza de Mulas (4.300 msnm) y Nido de Cóndores (5.550 msnm). Cuando se encontraba acampando en Nido de Cóndores (5.550 msnm) Pollak tuvo ocasión de poner en práctica una de las máximas de todo montañista cual es la solidaridad y el trabajo voluntario cuando una tragedia sacude a los andinistas. Pollak fue requerido para colaborar en el rescate del cuerpo de un andinista inglés, Soller Cookson, piloto de helicópteros de 58 años, muerto de un paro cardíaco en el ascenso a la cumbre a 6.300 metros.
Cumplida esa tarea, y puesto el cuerpo en el helicóptero que lo trasladaría fuera del Parque, Pollak y Rovira iniciaron el ascenso el 2 de febrero a las 4 de la mañana desde Nido de Cóndores.
Ese día ascendieron los 1.500 metros que los separaban del pico del Aconcagua en poco menos de nueve horas, arribando a las 14,20 en medio de un fuerte viento. Fueron los primeros en llegar ese día en que también hicieron cumbre seis norteamericanos y tres japoneses. Luego de una hora en la cumbre disfrutando el logro y sacando las fotos que documentaran el momento, iniciaron el descenso hasta Nido de Cóndores.
El Aconcagua es el pico más alto no solo de la Argentina, sino además de América y de todo el Hemisferio Sur. Solo lo superan en altura los montes del Himalaya.
Diez cumbres.
Pollak continúa así con su meta de cubrir las diez cumbres más altas de la Argentina. En marzo acometerá el Ojos del Salado, de 6920 msnm, y luego seguirán Pissis, Llullaillaco, Tres Cruces, Tupunganto, todos de más de 6.000 metros, y dificultades crecientes por la falta de infraestructura de apoyo como cuenta el Aconcagua.
Fuente: LaArena.com.ar
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