La Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Bahía Blanca, Sala I, confirmó la prisión preventiva dictada al acusado de cometer una millonaria defraudación en perjuicio del Banco de La Pampa. Por el caso se encuentra imputado Juan Antonio Albarello (43 años), quien fue detenido a fines del año pasado en su vivienda ubicada en calle Rondeau al 1100 de Tres Arroyos.
El fallo fue resuelto por los jueces Guillermo Rodríguez, Alfredo Hernán Mones Ruiz y Guillermo Petersen. Los camaristas no hicieron lugar a la presentación del abogado Gustavo Giorgiani, quien apeló la resolución adoptada por el Juez de Garantías tresarroyense, Rafael Oleaga. El magistrado decidió que Albarello permanezca privado de la libertad hasta tanto se lleve adelante el juicio. El juez le dio curso al pedido de prisión preventiva solicitado por el fiscal Gabrile Lopazzo. El abogado defensor había sostenido en su escrito que no se acreditó la materialidad del hecho y la autoría por parte de su defendido.
Albarello permaneció prófugo desde marzo del año pasado hasta el 3 de diciembre último, cuando fue detenido. El “Caso Albarello” tomó repercusión nacional por la modalidad del hecho, ya que se presume que el empleado realizaba maniobras bancarias con cuentas inactivas o con poco movimiento.
La maniobra con la que Albarello se habría quedado con unos 3 millones de pesos tuvo diferentes mecanismos. Según la investigación, primero generó claves electrónicas de cuentas que tenían poco movimiento, con un programa al que tenía acceso. Después realizó transferencias desde éstas hacia cuentas propias. Por ejemplo, desde una que había abierto en la sucursal Huinca Renancó (Córdoba) del Banco de La Pampa habría realizado una transferencia al Banco de Río Necochea por 1 millón de pesos. Allí, habría concretado la extracción física del dinero.
En el expediente consta que Albarello estaría filmado retirando fajos de dinero del propio tesoro de la sucursal Coronel Suárez del BLP. Una auditoría detectó una grabación en la que aparecería llevándose plata en un bolso. En un primer momento, los compañeros de Albarello dejaron trascender que se había fugado a Brasil. Pero, según fuentes judiciales, estuvo todo este tiempo en la ciudad de Tres Arroyos. Albarello, un bancario con una antigüedad de casi 24 años, comenzó su carrera en el Banco Dorrego, adquirido por el Banco de La Pampa a mediados de la década del ‘90. Tiene una esposa y un hijo de unos 10 años, quienes viven en Tres Arroyos.
Desvío de dinero
Al momento de resolver, el tribunal bahiense consideró que “la resolución reúne los requisitos exigidos para acreditar prima facie la materialidad del ilícito (caratulado como defraudación especial), como así también la autoría y penal responsabilidad” del sospechoso. Entre los elementos valorados se encuentra la denuncia realizada por el apoderado de la sucursal Tres Arroyos del Banco de la Pampa, quien sostuvo que Albarello “generó sin autorización nuevas claves bancarias en las cuentas de clientes de la entidad (de otras sucursales) que registran poco movimiento, ingresó y transfirió dinero que había en ellas hacia otra, a la que también le asignó nueva clave, para posteriormente transferirla a la suya propia y retirar el dinero”.
Los jueces destacaron que los informes y la prueba documental acreditan los movimientos en las cuentas y la condición de empleado de la entidad bancaria. Otro representante del banco dijo que el sujeto se desempeñaba como oficial de negocio y tenía acceso a las cuentas. Agregó que el 9 de abril de 2014 fue alertado sobre los movimientos de dinero ocurrido el día anterior, en los que se habrían transferidos poco menos de 1.300.000 pesos de dos cuentas de sucursales de Huinca Renancó y General Acha.
Ese dinero, según la acusación, fue dirigido hacia otra cuenta y desde allí en transferencias consecutivas (26 de 49.000 pesos y una de 45.000) a una caja de ahorro a nombre de Albarello en el Banco Río. El acusado habría retirado el efectivo de la sucursal de esta última entidad ubicada en la ciudad de Necochea.
El día en el que se habría producido el desvío del dinero, Albarello le dijo al gerente del banco que debía retirarse porque su hijo había tenido un problema de salud en la escuela, aunque a partir de allí no regresó a su trabajo.
Los camaristas consideraron que a esta altura del proceso se estableció que el sospechoso habría “efectuado desplazamientos patrimoniales de cuentas corrientes de otras sucursales con el desconocimiento de sus titulares a la cuenta propia en un banco distinto, para luego hacerse del dinero en efectivo”. Consideraron también la razonabilidad de la prisión preventiva impuesta al advertir la existencia de peligros procesales.
Por todo ello, rechazaron la apelación y confirmaron la medida restrictiva de la libertad dictada por la justicia tresarroyense.
Fuente: ElDiarioDeLaPampa.com.ar
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